El diputado de la Asamblea Nacional por el Táchira, Eduardo Marín, aseguró que ante la actual espiral inflacionaria “el bolívar como moneda prácticamente está desapareciendo, no solo porque no se consigue el papel moneda y los billetes en efectivo están desapareciendo, sino que los bienes y servicios ya se están calculando en moneda extranjera”.
Señaló que los actuales niveles de inflación hacen que el bolívar parezca una “moneda absurda” porque la gente cada vez necesita más billetes para pagar sus bienes y servicios, y como aumenta la cantidad de personas demandando mayor cantidad de papel moneda, el efectivo escasea y la gente empieza a hacer cálculos en moneda extranjera.
Dijo que bienes como viviendas y vehículos se están calculando en moneda extranjera porque la ciudadanía necesita agilizar sus procesos financieros.
Aseguró que una muestra de que el valor del bolívar “llegó a un nivel absurdo”, es que cosas cotidianas como una caja de medicamentos o un producto de uso personal, ya están empezando a costar millones de bolívares, cuando a la moneda le han quitado tres ceros, lo cual indica que son miles de millones de bolívares de los viejos.
Para el representante de la AN, el Gobierno no aplica las medidas económicas necesarias para estimular la inversión y la producción nacional y revertir esta grave situación, sino que utiliza su poder para ejecutar acciones políticas que complican aún más el panorama social, y como ejemplo de ello puso a la Asamblea Nacional Constituyente, que desde que se instaló teniendo como bandera la llamada paz económica, “el bolívar que los venezolanos tienen en su bolsillo perdió 10 veces su valor”.
“Desde hace tiempo estamos enfrentando una crisis humanitaria pero está a punto de acentuarse aún más y poner a pasar hambre a venezolanos que hoy todavía tienen qué comer”, señala el parlamentario y aseguró que ante este panorama “no puede ser que un Gobierno prefiera pagar la deuda externa y no caer en default, pero que sus ciudadanos sigan comiendo de la basura o muriéndose por no tener medicamentos”.
En este sentido, considera que casos tan lamentables como el del venezolano cuadripléjico que pide la eutanasia en medio de una crisis económica que le obliga a escoger entre comprar medicinas -que fácilmente superan los tres salarios mínimos de una persona común- y alimentar a su familia, cada día van a ser más frecuentes, si no hay un cambio urgente en las políticas.
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