Lo que algunos en Venezuela llaman normalización porque se construyen 30 edificios en el Este de Caracas, los automercados están llenos de comida importada y la gente hace cola para entrar en las licorerías y los restaurantes de Las Mercedes, más que normalidad es paz criminal.🧵
— Alberto Ray S. (@seguritips) December 23, 2020
Algo sí hay que reconocer, el país entró en una nueva etapa de distribución del poder, muy típica de un proceso de ajuste en la delincuencia organizada y que ocurrió en las naciones de la cortina de hierro, recién caído el Muro de Berlín y también entre los carteles mexicanos.
— Alberto Ray S. (@seguritips) December 23, 2020
Se trata del exhibicionismo de cuotas de poder político, económico y represivo que se han acumulado en el chavismo, pero que, por la conflictividad de años recientes, se ocultaba, y ahora, no sólo se siente cómodo mostrándose, sino que necesita hacerlo como expresión de fortaleza
— Alberto Ray S. (@seguritips) December 23, 2020
Por eso, el despliegue de escoltas, camionetas y armas, pero más allá esto, la “colonización” de territorios en 15 0 20 municipios del país donde se remodelan casas, se reactivan clubes sociales y florecen tiendas inmensas donde más del 90% de la gente no pude comprar nada.
— Alberto Ray S. (@seguritips) December 23, 2020
Este modelo se ve además reforzado por el control social que ejerce el régimen que le permite marcar el territorio y reservar áreas exclusivas, pero no a través del ejercicio institucional del orden público, sino con la paz impuesta a través de represión, disuasión y propaganda.
— Alberto Ray S. (@seguritips) December 23, 2020
Es la Venezuela criminal 2.0 fragmentada en el poder y en el territorio, donde cada uno ejerce su propia ley en un equilibrio inestable y altamente sensible. Este modelo funcionará siempre que haya dinero para nivelar los desbalances y miedo para que la gente no se queje.
— Alberto Ray S. (@seguritips) December 23, 2020
Esta, no es una Venezuela con crecimiento del PIB, con presupuesto para las pensiones, universidades y los hospitales o donde se produce gasolina. Es un darwinismo posmoderno de supervivencia exhibicionista del más delincuente. Esto sólo es normal en un Estado Criminal.
— Alberto Ray S. (@seguritips) December 23, 2020