La ola de protestas a favor de la democracia en Cuba está dividiendo a los demócratas. Aunque la mayoría apoya la condena a la represión formulada por el presidente Joe Biden el lunes, un influyente grupo guarda silencio, cuando no culpa directamente a Estados Unidos de ser causa del padecimiento de los cubanos por medio del embargo.

Fue el presidente de la comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes, Gregory Meeks, el que emitió un comunicado el martes en el que dijo que «los cubanos se enfrentan s grandes dificultades debido a los efectos económicos y de salud del Covid-19, la arraigada cultura de corrupción, la mala gestión de los líderes cubanos y las estrictas sanciones impuestas cruelmente por la Administración Trump». «Hago un llamamiento al presidente Biden para que ayude a aliviar el sufrimiento en Cuba rescindiendo las sanciones de la era Trump», añadió el diputado de Nueva York. Meeks ha defendido en repetidas ocasiones que las sanciones a los regímenes chavista y castrista le parecen desmesuradas, y ha recomendado a la Casa Blanca que las levante.

Meeks, que preside la comisión de Exteriores en esta legislatura, fue miembro del llamado Grupo de Boston, una reunión informal de legisladores para tender lazos con el chavismo en Venezuela. Hace dos décadas se vio con Nicolás Maduro en una reunión en Massachusetts. A pesar de las peticiones de Meeks, el presidente Biden ha preferido ganar tiempo. Ha dejado en pie las duras sanciones contra los regímenes de Cuba y Venezuela y no se ha dado prisa alguna por formular una política propia, dejando en pie la de Trump. Hace apenas tres semanas, su gobierno votó en contra de la resolución anual de Naciones Unidas en contra del embargo estadounidense, en lugar de abstenerse, como solía hacer la Casa Blanca de Barack Obama.

«El escuadrón», la nueva izquierda demócrata

En cuanto comenzaron las protestas en Cuba, el presidente del régimen castrista, Miguel Díaz Canel, culpó a EE.UU. de precipitarlas con el embargo, endurecido notablemente por Trump después de los acuerdos diplomáticos negociados por Obama y Biden en 2014. En esa línea se han manifestado políticos de izquierda en Europa, incluidos varios de Podemos e Izquierda Unida en España.

En marzo, 75 diputados demócratas escribieron una carta a Biden en la que le pidieron el levantamiento del embargo y las sanciones. En ella le instaban a «revertir rápidamente las políticas crueles de la Administración Trump contra el pueblo cubano y renovar el diálogo mutuamente productivo con el Gobierno de Cuba». Entre los firmantes estaban las integrantes del grupo conocido como «el escuadrón», las estrellas de la nueva izquierda demócrata: Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib e Ilhan Omar.

Las tres, como muchos de esos demócratas, guardan ahora silencio ante la represión y los arrestos arbitrarios de las fuerzas de seguridad castristas.

El senador Bernie Sanders, otro baluarte de la izquierda estadounidense, también culpó a EE.UU. de haber contribuido a la miseria que viven los cubanos. «Todas las personas tienen derecho a protestar y a vivir en una sociedad democrática», dijo Sanders poco antes de la medianoche del lunes en redes sociales. «También es hora de poner fin al embargo unilateral de EE.UU. sobre Cuba, que sólo ha perjudicado, no ayudado, al pueblo cubano», añadió.

Lo cierto es que la apertura de los demócratas al castrismo durante la era Obama no ha tenido una buena recepción entre el exilio cubano en Florida. Trump ganó ese estado en dos ocasiones, tanto en 2016 y 2020, y los republicanos han ido ampliando sus márgenes tanto a nivel estatal como federal.

El senador republicano Marco Rubio, que es de padres cubanos y representa a Florida en el Senado, ha pedido una mayor contundencia a Biden, y le ha instado a tomar la iniciativa. «El gobierno de Biden debe convocar una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como involucrarse con aliados en la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos para brindar apoyo al pueblo cubano», dijo el senador.

De momento, Biden se ha limitado a emitir un comunicado oficial y constatar en unas breves declaraciones en la Casa Blanca que estas protestas son mayores a las que se han visto en años en la isla. La Casa Blanca ha dicho que puede que de aquí al fin de semana, el presidente vuelva a referirse a esta crisis.

Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
NOTIEXPRESSCOLOR . COM

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