Por Luis Velázquez Alvaray
Señala el Cardenal Baltazar Porras su preocupación por la ausencia de un plan de vacunación y las limitadas dosis que han llegado comienzan a ofrecerse en el mercado negro.
El usurpador anuncia que serán vacunados ellos primero. Es decir, él y su mafia circundante que se apodera de todo. Deben estar sanos para seguir manos libres expoliando el país.
Se incluye igual, en primera línea, a la nomenclatura cubana cuyas dosis tomarán el mismo camino de la gasolina y el gasoil, para que Raúl Castro y su círculo sea inoculados.
Los invasores caribeños – policías disfrazados de médicos y enfermeros- siguen sus tareas de espionaje, totalmente vacunados y a risa suelta sobre lo que acontece a sus colonizados venezolanos.
Lo que sucede en el manejo de la pandemia es como un bazar infausto:
-En los Hospitales no hay medicinas, ni equipos. Solo existen en los mercados ilegales. Las que llegan al país, toman el rumbo de la piratería, camino fijo a la Habana. Las ganancias se las reparten entre el séquito de Diaz Canel y el correspondiente de Miraflores.
-El personal de salud venezolano sufre los embates del coronavirus, mientras la tiranía aplaude bajo un sencillo lema: sí mueren más libre es el camino, mientras se marchen más fácil la dominación.
-Bien vacunados los generales, mientras las tropas mueren de mengua, o de carne de cañón, en la frontera, para pelearse el corredor de la cocaína entre los soles, las disidencias de las FARC y el ELN, contra los que pretenden apoderarse del negocio. Peleas narcos por el mercado de estupefacientes, entre pandillas y redes de delincuentes, donde confluyen terroristas de todo el mundo, vacunados ya y con los símbolos de las fuerzas armadas venezolanas, simulando defensa del territorio, cuando en verdad protegen su estructura comercial de drogas ilícitas.
Toda Venezuela es un mercado negro:
-La Gasolina y el Gasoil
-Las bolsas Clap Saab-Bernal
-Los repuestos para los destartalados vehículos-
-El oro y demás minerales extraídos ilegalmente y trasladados al comercio mundial, partiendo de la rampla oscura que es Maiquetía.
-Los bodegones para su disfrute son todos provenientes del asalto de las arcas del país.
-Medios de comunicación donde todo proviene del mercado negro. Magnates forjados en este laberinto de ilegalidades, interactuando en una estructura perversa, manipulando el más mínimo acontecimiento cotidiano.
-El Banco Central cumple el objetivo que justifica el modelo hacia la ecuación perfecta del saqueo: lavan, organizan y se encargan de monitorear el negocio en Irán, Rusia, China y el resto de países que viven de las riquezas de Venezuela.
Los parámetros del modelo venezolano y el perfecto ensayo del grupo de Sao Paulo para apropiarse del Continente. El “entorno generoso para el crimen”, como lo califican destacados analistas, les ha permitido instrumentalizar la violencia para que todo circule por los canales irregulares. Si hace falta una justificación para cometer cualquier atropello contra los opositores o contra quien opine diferente, tienen al frente del poder judicial, Sheriffs tarifados que ofrecen sus sentencias para justificar cualquier negocio turbio. Los Tribunales son el epicentro del mercado negro de las bandas castrochavistas.