Las criptomonedas –que han ganado popularidad en los últimos años en Venezuela– son monedas virtuales que basan su seguridad en el uso de la criptografía. En la actualidad, la totalidad de las operaciones que se realizan con este tipo de dinero digital se basan en un protocolo denominado “blockchain” o cadena de bloques (en español).

Ese sistema es una especie de libro de contabilidad compartido que se mantiene actualizado gracias a la actividad que realizan los llamados “mineros” a través de computadoras que realizan operaciones complejas y quienes reciben un pago, generalmente en las mismas criptomonedas, por realizar esas transacciones.

El concepto de las criptomonedas se originó en el 2009 con la creación del Bitcoin (una de las tantas monedas virtuales) por un sujeto que utiliza el seudónimo de Satoshi Nakamoto. Esa persona presentó su proyecto a la comunidad mediante un documento llamado «Bitcoin: un sistema de efectivo electrónico peer to peer (P2P)».

El bitcoin fue la primera criptomoneda basada en el blockchain. Entre las monedas más populares que poseen estas características están bitcoin legacy, tradicionalmente conocida como «bitcoin» a secas; ethereum, enfocada a contratos inteligentes; y bitcoin cash, una escisión de bitcoin legacy que comenzó a existir el 1 de agosto de este año.

Estas monedas virtuales reciben el valor por su utilidad. En general son monedas fiduciarias, se les evalúa en función a la confianza que las personas que las utilizan depositan en ellas. Tienen la peculiaridad de estar sometidas al libre mercado y son “resistentes” a las leyes de control de precios.

La posesión de las criptomonedas se adjudica a una firma digital pública, que implica un monedero electrónico en el cual se contiene el valor acumulado de la moneda virtual. Por ejemplo, cualquier poseedor de un bitcoin cuenta también con una clave privada asignada a su monedero digital, que le permite realizar transacciones por internet con esa moneda.

Para uno de los principales miembros de la comunidad Bitcoin Venezuela, el bitcoin es la criptomoneda “más popular”, sin embargo, dijo no estar seguro de que “siga siendo la más usada”.

“Hasta donde sé, el bitcoin ha tenido una fuerte contracción en el número de transacciones que con ella se hacen por lo caras de sus transacciones, y ethereum se ha acercado mucho a superarla en ese sentido, si es que ya no lo ha hecho. Es por eso que muchos  usuarios hemos puesto el ojo en bitcoin cash, una versión de bitcoin con comisiones más bajas”, acotó, quien pidió no ser identificado, durante una entrevista a El Universal.

Economistas y personas vinculadas a las criptomonedas se pronuncian en contra del petro

Diversos economistas y personas vinculadas al mundo de las monedas virtuales han percibido de forma negativa el anuncio del presidente de la República, Nicolás Maduro, sobre la creación del petro, una criptomoneda que estaría respaldada en las reservas naturales de la nación como el petróleo, el gas, el oro y el diamante.

Los analistas contrastan en que el valor de las criptomonedas, en general, se determina en función de la confianza de las personas que las utilizan y no en bienes físicos, es decir, se trata de una forma de dinero fiduciario en el mundo digital; además, añaden que estas monedas no están reguladas por los gobiernos.

El director de Econométrica, Henkel García, consideró como una contradicción que el Ejecutivo nacional mantenga un esquema de “control cambiario” sobre la economía y anuncie la creación del petro.

“Las criptomonedas son impulsadas precisamente para no tener ningún tipo de contacto o no estar bajo la regulación, la supervisión o la aprobación del sistema bancario tradicional o de algún Gobierno”, añadió García durante una entrevista a El Universal.

Sin embargo, mencionó que si el petro llegase a funcionar con las características de las criptomonedas tradicionales que se generan por un proceso de blockchain y sin intervención del Estado, entonces “nacería” una relación petro-bitcoin que, a su vez, permitiría “calcular una relación bolívar-dólar y que tendría indirectamente el reconocimiento del Gobierno venezolano”.

Por su parte, el director de Datánalisis, Luis Vicente León, afirmó que el petro no entra en la definición de criptomoneda porque, a su juicio, estas últimas “están basadas en el internet de valor y respaldadas en la confianza que tienen los tenedores de que servirán como instrumento de intercambio”.

A través de su cuenta en la red social Twitter, señaló que para que el petro sea una opción “real”, el Gobierno nacional debe “recuperar” la confianza de los mercados internacionales y locales. “Necesitaría entonces un cambio severo en su modelo económico. Y en ese caso no necesitaría cambiar la moneda”, acotó.

El presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), diputado José Guera, aseveró que las reservas petroleras no se pueden utilizar como garantía para el respaldo de la moneda virtual anunciada por el jefe de Estado. “Las reservas petroleras, según la Constitución, no son enajenables”, expresó el también economista durante una entrevista a Unión Radio.

Randy Brito, creador de la página web Bitcoin Venezuela, expresó que las características del petro apuntan más a una especie de “bono del Estado”, debido a que el Gobierno, según dijo, quiere emitir una criptomoneda para vendérsela a personas específicas que se van a convertir en sus acreedores.

Otro integrante de esa comunidad virtual, entrevistado por El Universal, manifestó su escepticismo sobre el anuncio hecho por Maduro, indicó que el hecho de respaldar la moneda virtual en recursos naturales demuestra la “poca confiabilidad” del Gobierno, pues “las criptomonedas en sí mismas no necesitan estar respaldadas en otros activos”.

Igualmente, manifestó que la creación del Observatorio de Blockchain de Venezuela, que sería la instancia encargada del lanzamiento del petro, puede causar “preocupación” en las comunidades de criptomonedas en Venezuela, debido a que “esto pudiera dar pie a acciones intervencionistas en contra de otras monedas digitales: como la prohibición, el intento de controlar sus precios o el ataque a las casas de cambio locales”.

Vía ElUniversal.com

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