Reestructurar y refinanciar “todos los pagos externos“. Esa fue la tarea que ordenó el presidente Nicolás Maduro al vicepresidente Tareck El Aissami, a quien puso al mando de una comisión especial presidencial orientada a iniciar el proceso y “la lucha contra el bloqueo y la persecución extranjera” a Venezuela.
“Convoque a todos los bancos, a todos los tenedores de bonos de la República, de bonos de Pdvsa, a todos los que están involucrados en la deuda externa”, ordenó el jefe de Estado.
Sin embargo, que el país consiga nuevos créditos para sacar la tarea de refinanciar o reestructurar, no será fácil. Supondrá aumentar la deuda externa y estrechar aún más de la relación con China y Rusia. Así lo indicaron distintos economistas a Efecto Cocuyo.
La decadencia del aparato productivo del país, la fuerte escasez de alimentos y medicinas, la súbita inflación y las sanciones impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos y ahora por Canadá a las autoridades venezolanas ejercen un rol importante en el cumplimiento o no de los compromisos internacionales del país.
Sary Levy, individuo de Número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, describe tres factores que pudieran jugar en contra de un posible refinanciamiento de la deuda: 1. mientras se plantea una reestructuración para pagar las deudas de este año, se desconoce si podrán honrarse los próximos pagos; 2. la reestructuración debió hacerse hace años, pues ahora las condiciones de la economía nacional son más complicadas; 3. la poca información detallada sobre el cronograma de pagos.
“Para un proceso de renegociación lo primero que hay que hacer es actualizar la data, y eso es un misterio para las organizaciones nacionales e internacionales. También es necesario la existencia de credibilidad entre los actores que negocian, como conocer cuándo y quiénes son los encargados de hacer las transacciones”, dijo la economista.
¿Quiénes podrían dar un préstamo al Gobierno venezolano que permita refinanciar y pagar los actuales compromisos?
Para la doctora Levy, dependerá de las condiciones y seguridad que ofrezca Venezuela. “En los últimos años China ya se había negado a ofrecer fondos“, resaltó. No obstante, la portavoz de Asuntos Exteriores del país asiático, Hua Chunying, afirmó que China “confía en que el Gobierno venezolano conduzca apropiadamente la cuestión y mantenga sus obligaciones de pago de deuda“.
Durante una gira internacional a comienzos del pasado mes de octubre, el presidente Maduro comentó que, tras una reunión con su homólogo, Vladimir Putin, se acordó “incrementar la inversión de las empresas petroleras y gasíferas de la Federación Rusa en Venezuela” y, según afirmó, Rusia y China ayudarían a Venezuela a pagar las deudas.
De acuerdo con estimaciones publicadas por firmas como Econanalítica, durante el último trimestre de este año Venezuela debe cancelar entre 3.500 millones y 4.000 millones de dólares. Además, calculan que la deuda externa total alcance los 160.000 millones de dólares.
“El deudor no puede decretar un refinanciamiento”
Luis Vicente León, economista y director de Datanálisis, explicó que lo único que puede hacer un deudor para obtener un crédito extra, en este caso el Gobierno venezolano, es “iniciar un proceso de negociación, mientras sigue pagando sus compromisos”, lo cual descarta cualquier toma de decisión unilateral.
“Para lograr el refinanciamiento, el mercado debe aceptar las nuevas condiciones voluntariamente y se debe emitir nueva deuda para el canje”, especifica el analista mientras cuestiona las posibilidades actuales del Gobierno para conseguir tan ansiado refinanciamiento. “Tratar de refinanciar deuda en Venezuela es correcto, pero las posibilidades de lograrlo son bajas, a menos que la compren Rusia y China“.
León considera que las sanciones de Estados Unidos contra funcionarios del Gobierno y la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), provoca que los acreedores “difícilmente acepten un canje de bonos venezolanos por deuda nueva, emitida en medio de las sanciones”, pues estarían expuestos a ser sancionados también.
¿Es posible el default en Venezuela? ¿Qué consecuencias tendría?
Levy y León coinciden en que, pase lo que pase, el venezolano sería el mayor afectado en este escenario. “Si caemos en default se cierran los mercados internacionales y las transacciones económicas se cancelan, lo cual nos afectaría porque Venezuela es un país que depende meramente de las importaciones”, comentó Levy.
En este sentido, de no poder contar con dinero suficiente para mantener y realizar las importaciones necesarias para abastecer el mercado interno del país, la escasez e inflación se exacerbará en la economía venezolana.
En caso de que el Gobierno no pueda conseguir un refinanciamiento y no logra honrar el compromiso internacional, León considera que habría una cesación de pagos y la nación caería en default.
“No hay entonces posibilidad de un refinanciamiento unilateral. Lo único unilateral es una cesación de pagos que produce default”, concluyó.