Los servicios de inteligencia de Cuba han logrado apropiarse de información confidencial sobre el funcionamiento interno, los registros operativos de aerolíneas y el acceso a áreas restringidas en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA), según documentos clasificados del Ministerio del Interior (MININT) que obtuvo CiberCuba.
La documentación de inteligencia sobre el MIA forma parte de un lote de expedientes clasificados cedidos por una fuente anónima a CiberCuba con cientos de páginas y archivos multimedia, transferencias bancarias, contratos, correos electrónicos e información privada de personas de interés para el gobierno cubano, en lo que constituye una de las mayores filtraciones de los archivos secretos del MININT en toda su historia.
Al menos seis documentos con membrete de la Dirección de Contrainteligencia del MININT, fechados entre 2015 y 2017, contienen información sensible que fue enviada a La Habana por agentes del régimen cubano en cumplimiento de misiones de espionaje y recolección de datos.
Cada una de las páginas relacionadas con el MIA está encabezada bajo el rótulo de Programa Recolector, y aparece con un sello de Confidencial en letras mayúsculas y numeración timbrada al pie.
Este reportaje pertenece a la serie especial #CiberCubaleaks: una filtración de documentos confidenciales de la Seguridad del Estado de Cuba.
Las revelaciones ponen en evidencia el interés de la inteligencia cubana sobre una instalación estratégica en territorio norteamericano, principal puerta de enlace entre Estados Unidos y América Latina, y motor económico del sur de la Florida, con ingresos anuales por más de $33 000 millones de dólares.
Un documento -con fecha del 9 de enero de 2017- contiene la transcripción de un informe con dos códigos de seguridad (PIN) para el acceso a áreas limitadas del aeropuerto. El reporte aparece atribuido a un denominado Agente Charles.
«Ahí te mando 2 PIN seguridad MIA. Recuerda orden (…). No vínculo con portadores. Recibido lector de tarjetas. Por otra vía información lectura digital de credenciales, Mismo orden. Acceso a áreas seguras. Aeropuerto Internacional de Miami. Azul, Verde, Verde primario, zona secundaria Carmelita. Zona primaria Carmelita, zona secundaria Verde, Identificación Amarilla», indica el texto transcrito, que concluye dando «mérito al GORDO«.
En otra página, identificada como Anexo 07, se reproduce una copia fotográfica de la identificación de un mecánico, emitida por el Departamento de Transporte (DOT) y la Administración Federal de Aviación (FAA). El documento está firmado por Dan Elwell, administrador interino de FAA. El reporte recomienda pasar la fotocopia a los especialistas del Departamento de Informática y Comunicaciones «para análisis y estudio de sello holográfico«.
La documentación se remonta al período administrativo de Emilio González, que fungió como director del MIA y máxima autoridad de aviación del condado Miami-Dade entre 2013 y 2017. González estuvo involucrado activamente en el crecimiento del aeropuerto con una inversión de $6 500 millones de dólares, y diversificó las operaciones tradicionales mediante un servicio más completo. Fue reemplazado en el cargo por Lester Sola, en febrero de 2018.
«Estos códigos dan acceso directo a cualquier parte del aeropuerto, y que el gobierno cubano tenga gente dentro de la instalación con ese nivel de accesibilidad es realmente preocupante», dijo González a CiberCuba. «Tener acceso a la zona de carga significa tener acceso al aeropuerto entero«.
«Tener acceso a la zona de carga significa tener acceso al aeropuerto entero»
El ejecutivo recordó que el MIA es un lugar clave ante una situación de emergencia en Estados Unidos o Latinoamérica, dada su ubicación geográfica, infraestructura tecnológica y capacidad de servicios.
«Me parece también importante la referencia al sello holográfico, pues reproducirlo permite luego la fabricación de documentos e identificaciones falsas», señaló González, quien es actualmente administrador de la ciudad de Miami.
CiberCuba envió un cuestionario a la actual dirección del MIA sobre las medidas establecidas para la protección de datos confidenciales, los controles de seguridad interna y el procedimiento de contratación de empleados. Lester Sola, director y CEO de MIA, dijo en un comunicado enviado a nuestra redacción poco después de difundido este reportaje que habían compartido el informe con sus socios de inteligencia federales.
«Basándonos en nuestra revisión de los documentos, no se incluye nada que pudiera permitir el acceso a áreas seguras o comprometer nuestra seguridad en el Aeropuerto Internacional de Miami. Hemos compartido este informe con nuestros asociados federales de inteligencia, para su conocimiento. Tomamos todas las medidas posibles para garantizar la seguridad de nuestros pasajeros, tenemos fuertes protocolos para controlar el acceso a todas las áreas del aeropuerto, y continuaremos investigando estas y otras posibles amenazas, y tomaremos todas las medidas necesarias para mantener la seguridad de MIA» detalló.
El aeropuerto es el principal empleador de Miami-Dade, con más de 36 000 puestos de trabajo.
González, por su parte, cree que la inteligencia cubana busca consolidar una red de agentes y colaboradores con acceso a datos y sitios restringidos, empleando documentación falsa.
«Creo que es una información importante para la seguridad del transporte aéreo y debe ponerse en conocimiento de las autoridades pertinentes», declaró González.
La gestión de los sistemas de seguridad en los aeropuertos está a cargo de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), una agencia del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos que fue creada a raíz de los atentados terroristas del 9/11.
El aeropuerto de Miami se clasifica entre los más ocupados del mundo, con más de 416 mil operaciones aéreas anuales y un volumen de pasajeros que alcanzó la cifra récord de 45 044 312 en 2018. También maneja más carga internacional que cualquier otro aeropuerto en Estados Unidos.
La compañía aérea ABX Air en el punto de mira
Entre los focos de atención del Programa Recolector está ABX Air, una de las principales compañías de carga en Estados Unidos y líder en el servicio de expreso aéreo a nivel internacional. La aerolínea es propiedad de Air Transport Services Group y tiene su sede en Wilmington, Ohio, pero brinda servicios desde Miami, donde tiene un centro de mantenimiento.
ABX Air opera la mayor flota de aviones de carga Boeing 767-200 en el mundo y su cliente más importante es DHL, aunque también brinda servicios a Amazon, el gobierno de Estados Unidos y al servicio postal de México. Sus destinos internacionales incluyen Jamaica, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, China y Cuba.
Un reporte de abril de 2015, relaciona una lista de 14 técnicos y mecánicos de aviación que están en plantilla de la compañía y realizarán un entrenamiento especial. El listado detalla nombres y apellidos de cada empleado, su número de identificación, la identificación de usuario y la contraseña para acceder al entrenamiento en Pelesys, un proveedor de cursos de capacitación y adiestramiento avanzado en la industria aeronáutica
La información apunta que en la lista de seleccionados para el curso se encuentra «El Gordo«, reconocido también por su aporte informativo en el documento sobre los códigos de seguridad del MIA.
En otro informe recibido por la Dirección de Contrainteligencia se anexan un diagrama del sistema hidráulico del Boeing 767-200, una bitácora de vuelo (aircraft log) y esquemas de la data digital del aparato.
«Por la misma vía y fuente se recibieron dos modelos Aircraft Logs de los que se utilizan en y para los mantenimientos, anexos 18 y 19. Ninguno de estos documentos se puede encontrar publicado», dice el mensaje, registrado el 16 de noviembre de 2016.
La bitácora de vuelo registra todos los datos de la aeronave, incluyendo las fallas y discrepancias de mantenimiento, y es, junto a las cajas negras, una pieza imprescindible para cualquier investigación.
«La bitácora de vuelo es documentación interna de cada empresa y su información es crucial, como tener una radiografía del avión», explicó Eddie Miceli, un experimentado analista de aviación. «Solo la entidad reguladora en el país donde está registrada la aeronave y las autoridades aeronáuticas de los países adonde vuela pueden acceder a ella».
El abogado Sergio Comas, experto en asuntos cubanos, considera que la intención operativa de posicionar agentes e informantes en el MIA cumple «el doble propósito de acceso a la seguridad interna y espionaje industrial».
«Acceder a información tecnológica especializada permite abaratar los costos de mantenimiento y reparación, y superar posibles obstáculos comerciales», opinó Comas.
La filtración de estos documentos reactiva las alarmas sobre la penetración de la inteligencia castrista en dependencias gubernamentales, instituciones académicas, centros culturales y sectores vitales de la política, la actividad comercial y la vida pública en el sur de la Florida, donde radica la más extensa e influyente comunidad cubana en Estados Unidos.
«La penetración de la inteligencia castrista en dependencias gubernamentales de Estados Unidos»
Las fechas de los documentos filtrados coinciden con la etapa de máximo acercamiento de la administración de Barack Obama a Cuba tras el anuncio del restablecimiento de relaciones bilaterales, en diciembre de 2014, y la reanudación de los vuelos directos de aerolíneas estadounidenses a la isla, en 2016.
El Aeropuerto Internacional de Miami, objetivo para la Inteligencia cubana
«El aeropuerto de Miami está en la mirilla del espionaje cubano porque es un centro importantísimo de circulación de personas y mercancías», dijo Enrique García, un ex alto oficial de la Dirección General de Inteligencia (DGI) que desertó en Ecuador en 1988. «Toda la información del MIA por insignificante que parezca es de interés para Cuba, desde el acceso a bases de datos hasta seguir a las personas desde que se bajan del avión».
García, quien actualmente reside en Miami, cree que el simple tránsito de figuras políticas como los senadores y congresistas federales, y personalidades relevantes de los negocios o la cultura, es una motivación suficiente para el despliegue de agentes cubanos en el lugar.
Pero tampoco descarta que la información pueda ser utilizada para fines de desestabilización del aeropuerto. Según García, a principios de los años 80 Cuba instrumentó un plan de reorientación de agentes que habían perdido sus posibilidades de inteligencia para usarlos en actividades de sabotaje contra objetivos norteamericanos alrededor del mundo en respuesta al agravamiento de tensiones o a una confrontación bélica con Estados Unidos.
Cuba fue, es y será una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos
Aunque desde entonces han transcurrido más de cuatro décadas y los mensajes ocupados a la Red Avispa, en 1998, no hacen ninguna mención a operaciones en el MIA, García piensa que el gobierno cubano no quitó nunca de sus prioridades de inteligencia a Miami como «uno de los centros aéreos más importantes del mundo».
«Cuba fue, es y será una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos», concluyó García.
Edgerton Levy, el ex agente cubano que fue factor esencial para el desmantelamiento de la Red Avispa, coincide con García.
«No descarto que el MIA fuera objetivo de inteligencia y lo sea más ahora», dijo Levy a CiberCuba. «Tal vez sea una “pata perdida” de las actividades de espionaje en esos años».