Elliott Abrams, enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, calificó este jueves de violación de la ley la presencia en la Embajada de Venezuela en Washington de un grupo afín a Nicolás Maduro y afirmó que tienen que marcharse, sin precisar detalles sobre un posible desalojo.
El funcionario subrayó que “no hay capital en el mundo, no hay gobierno en el mundo que permita eso. Ninguno, y nosotros tampoco, lo vamos a permitir.
Posteriormente, consideró que Carlos Vecchio, enviado de Guaidó en Estados Unidos, es quien debería definir las circunstancias de un hipotético desalojo de los manifestantes, aunque agregó que este ya ha solicitado a los activistas que evacuen el lugar.
El miércoles, los últimos diplomáticos en Washington fieles a Nicolás Maduro abandonaron la embajada, ubicada en el acomodado barrio de Georgetown y cuya fachada exhibe enormes pancartas en las que se lee “no a la guerra por petróleo”, “stop al golpe”, “paz” o “no a las sanciones letales”.
El gobierno del presidente Donald Trump había fijado este jueves como fecha límite para que los diplomáticos de Maduro se marcharan.
Abrams defendió que la embajada es “territorio soberano de Venezuela” e indicó que la administración estadounidense respeta y reconoce a Vecchio como el embajador.
El enviado especial para Venezuela hizo énfasis en que su país no elegirá al próximo presidente de Venezuela:“Nosotros, como lo hemos hecho antes, reconoceremos los resultados de una elección libre”, dijo.
Abrams, uno de los ideólogos de la estrategia de Estados Unidos contra del gobierno de Maduro, participó este jueves en el encuentro “Venezuela after Maduro: A Vision for the Country’s Future”, en el centro de pensamiento Atlantic Council, al que también asistió Vecchio.
La intervención de Abrams fue interrumpida por una seguidora del grupo de activista Code Pink, varios de cuyos integrantes permanecen en la embajada venezolana.
La mujer, que fue retirada por guardias de seguridad, portaba una pancarta en la que denunciaba un “golpe de Estado” en Venezuela y arengas en contra de Juan Guaidó, cuyos representantes ocuparon el Consulado de Venezuela en Nueva York, así como dos edificios del Ministerio de Defensa en Washington, el pasado 18 de marzo.
Fuente: Maduradas con información de EFE.