Los precios de los productos suben más rápido en la tercera semana de noviembre. Escalan variables con promedio de cinco bolívares en Zulia. En los mercados populares, donde la presencia de comida es constante por la importación de Colombia, el costo de abastecerse excava el tímido aumento del salario integral decretado por el Gobierno. Así lo reseña laverdad.com
Por Yasmín Ojeda
Un kilo de harina de maíz precocida se comercializa a 38 bolívares, de azúcar roza los 50 mil bolívares, y de arroz -en la presentación de picado- pasa los 25 mil bolívares. En la cadena de alza se une el litro de aceite a 40 mil bolívares, 500 gramos de margarina de los 30 mil y la pasta supera los 48 mil bolívares.
La exhibición de carne y pollo desapareció. Es sustituida por carne de cerdo y chivo que se venden por encima de 35 mil bolívares el kilo. Con precio astronómico se sitúa el queso, a 83 mil bolívares están los mil gramos y tiende a seguir trepando en precio.
En ocho rubros básicos de la canasta alimentaria, el precio promedio general es de 43 mil bolívares, 33 mil 700 bolívares más que los nueve mil 300 bolívares del ingreso diario por bono de comida, decretado reciente en Bs. 279 mil mensual.
“Todos los artículos están disparados, no hay económicos. Mientras el dólar sube, los productos suben. Hoy se pregunta por uno, (y) mañana llegas y es otro precio. Supuestamente iban a congelar los precios con las Constituyente y estamos peor”, reclama Exaida Ferrer, jubilada de 58 años de edad.
Y en esa elasticidad de los precios, los responsables de hogar “hacen maravillas” para dar de comer a su familia con el ingreso mínimo. “Hemos reducido las comidas. Aquí llevo casi cuatro kilos de verduras: kilo y medio de papa, otro más de tomate y una lechuga. Son 63 mil bolívares para comer arroz con ensalada”, explica Felipe Pirela, trabajador de 38 años.
Asegura que la quincena, 88 mil 753 bolívares, “no alcanza”. Y es que en un kilo de queso se gasta el ingreso, y “después cómo se hace con los pasajes para ir a trabajar” critica al comparar precios y la capacidad de dinero para cubrir los gastos, desde Santa Rosalia.
Pirela siente que “este año ha sido peor. Hemos racionado la comida. Tenemos un envase para medir el arroz. Tenemos todo racionado para rendir el kilo. No hemos dejado de comer, pero comemos poco”.
En el mercado de La Limpia, Angélica Silva, conserje de 44 años de edad, reconoce “pasar hambre alguna veces, porque todo está caro”. Cargando una bolsa de huecos, lamenta pagar más para comer. “Llevo una bolsa de huesos a 10 mil bolívares. Es para una sopa, Voy por las verduras, no sé cuánto cuesten”.
Cuestiona que además de alimentos, rubros de aseo personal están surgidos en la inflación. Una crema dental mediana cuesta 40 mil bolívares, un jabón de baño pequeño, sin marca, pasa los 15 mil bolívares, el paquete de ocho unidades de toallas sanitarias a 44 mil bolívares. Y la papeleta de kilo de jabón de lavar -detergente detallado- está a 33 mil bolívares.
Via La Patilla