Cristina Fernández de Kirchner continúa arrastrando a la oscuridad al fallecido presidente Hugo Chávez.
“Cuadernos de las coimas” es la investigación periodística que lleva acabo el Diario La Naciónde Argentina y en su última entrega detallan el proceso de expropiación de la participación que tenía desde el 2005 la empresa italo-argentina Techint en la estatal venezolana Sidor, hecho consumado el 30 de junio del 2008.
“Las viejas prácticas políticas de los gobiernos puntofijístas permitieron que se entregara al capital extranjero uno de los principales referentes industriales de Latinoamérica y de nuestro país… Sidor ha sido rescatada del capital privado y ha pasado a ser nuevamente de todas y todos los venezolanos”, reseñaba con orgullo la web oficial de Sidor para el 11 de diciembre del 2008, ignorante de que 10 años después la producción esté en sus peores momentos.
A continuación un extracto de cómo Cristina Fernández y Hugo Chávez exigieron y recibieron de Techint una millonada de dólares, en palabras de Luis María Cayetano Betnaza su director general de aquella época, publicado en La Nación de Argentina.
El director de Techint Luis María Cayetano Betnaza menciona la participación de Cristina Kirchner en las negociaciones con el entonces mandatario venezolano, Hugo Chavez, por la expropiación de la empresa del holding de Paolo Rocca en Venezuela, Sidor. “Chávez (parecía tener) vía libre para expropiarnos, cosa que sucedió poco tiempo después. Apelamos al gobierno argentino (…) y nos manifestaron que hagamos un aporte porque ello significaban gastos que el gobierno argentino no tenía por qué afrontar”, dijo Betnaza.
Y continuó el relato: “El cierre financiero se realizó, a fines de 2008 y 2009, con intervención de Cristina Kirchner, en varias reuniones. Me pidieron que no aparezca por la delegación oficial, Cristina me lo pidió. Luego ella me convocó, al hotel Tamanaco, donde estaba la delegación oficial, señalándome que el precio estaba acordado en mil novecientos setenta millones, pero lo que no estaba acordado era el pago. Ella me informa que había hablado con Chávez, y que nos comunicáramos con el Ministro de Finanzas del régimen, que se llama Alí Rodríguez, para acordar la forma de pago. En la firma del cierre que ocurrió en el 2009, ellos pagaron un precio anticipado de cuatrocientos millones y sucesivos pagos, semestrales, por el saldo. Ahí quedamos, no cobramos las otras”, siguió.
Betnaza declaró que llegar a un arreglo resultaba apremiante porque los empleados de la empresa atravesaban un momento crítico, con agresiones incluidas. “Obviamente en la situación en que nos encontrábamos, especialmente por la cantidad de argentinos allí, teníamos que rápidamente tratar de evacuar el lugar”, dijo. Lo consideró “una situación humanitaria”.
“Uno de los errores que cometí, es creer que esto era un take over normal, y acceder a dar un plazo de salida nuestro de seis meses, cuando no saludaban a los gerentes argentinos y le pegaron una paliza notable a Maria Elena Posadas, que era la gerente de relaciones industriales (…). La persona que pusimos para que se hiciera de gerente general de salida cambiaba cada día de hotel para evitar males mayores”.
VÍA LA PATILLA.