A veces pienso que la situación esta mala solo para mi. Luego miro las avenidas y carreteras y me doy cuenta de la paralización del transporte y de todos los vehículos viejos. En cada casa hay un carro accidentado, sin cauchos ni batería. Veo a la gente caminando con las ropas y zapatos raídos ya por el tanto uso y los malos jabones. Jamas pensé ver este país en esta situación de miseria, siempre pensé que Chávez lo llevaría a la debacle, pero nunca visualicé a que nivel podría llegar.La corrupción, ha sido un verdadero acto de sadismo contra la patria, contra nuestros hijos y ancianos, hasta el punto de tener el tupe de decir que fue una venganza. Las perdidas son incalculables, porque no se trata solo de pérdidas materiales, se trata de pérdidas humanas, de gente que se nos ha muerto, por esta tragedia económica, personas que si les hicieramos un análisis sanguíneo, determinariamos un daño corporal y mental que les costará la vida muy pronto, y de esos hay cientos de miles. Es incalculable el daño que se le ha hecho a los niños de edad escolar, los cuales ni llegaran a desarrollar su verdadera estatura corporal, mucho menos el de sus capacidades intelectuales. Lo peor es que hay gente que no advierte que de un momento a otro esto se puede agravar a grados inimaginables, donde no haya nada que comer, ni vehículos como evacuar hacía la frontera, produciendo un verdadero HOLOCAUSTO, o lo que se llamó holodomor. Todos usan las redes sociales para la vanidad personal, yo creo que al menos deberían poner su queja personal. UNA NOTA POR VENEZUELA. No hay familia que no se vea afectada. Deberíamos dejar la vanidad personal, que no conduce a nada, y abocarnos a lo que nos aqueja. Esto se nos está cayendo a pasos agigantados, pero cobrará muchas vidas más, por nuestra cobardía de masa. Todos debemos pensar que la solución no está en que el gobierno tome medidas, ni dé un viraje. La solución por el bien del país, de los niños, de los ancianos, de la vida; es una negociación que se traduzca en una renuncia masiva del poder ejecutivo, sin traumas y sin casería de brujas, que es lo que impide la solución del problema. Y esto debe ser pronto, porque el venezolano ya no aguanta mas, está agotado, deprimido, hambriento, ya la liga no estira mas. Nadie sabe de dónde saldrán los recursos para el estudio y útiles escolares de los niños. Deben sentarse los buenos y los malos, los rojos y los azules, tambien los amarillos, porque ese cuento que uno de los imperios los libertará, es un cuento creado por el mismo gobierno y por la inteligencia de los demás imperios que se reparten el pastel en Venezuela.

(José Francisco Gil Fernández)

 

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