Con un trapo para secar sus interminables lágrimas llegó ayer a las puertas de Medicina Legal la madre de Luis Antonio Marcelos Carbonell, asesinado, al parecer, a piedra en área rural de corregimiento de La Gabarra, municipio de Tibú, comunicó La Opinión.

Con todos los tropiezos económicos, ella viajó desde el estado Mérida en Venezuela y cruzó la frontera para encontrarse con su hijo de una manera que nunca pasó por su mente: envuelto entre una bolsa.

Hacia las 10:00 de la mañana, el cuerpo fue ingresado por una funeraria local a la morgue, donde la mujer estalló en llanto y desesperación al observar la llegada del cadáver. Otro hijo y el padrastro de Luis Antonio tuvieron que sostenerla y sentarla en un andén, mientras pasaba el peor momento de su vida.

Marcelos Carbonell, natural de Sucre, fue hallado el pasado domingo en el sector Mata de Mango, a 500 metros de la entrada de La Gabarra, en la vía que viene del casco urbano de Tibú.

Según su madre, debido a la crisis económica que atraviesan en el país vecino, ambos llegaron en busca de trabajo a La Gabarra, pero solo Luis Antonio consiguió un empleo en una finca. Entonces, ella se devolvió para Venezuela.

“Mi hijo iba a cumplir dos meses de haber llegado a La Gabarra. Él tenía una niña que apenas cumple 9 meses y quería trabajar para sacarla adelante. Él se la pasaba todo el día en una mula en la finca, donde le pagaban a $35.000 el día”, señaló la madre.

VÍA LA PATILLA.

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