A Noguera lo que debería preocuparle es que en el estado Bolívar el pueblo tenga que comprar el efectivo como si se tratara de un kilo de queso, teniendo que comprar billetes pagando hasta el 200 por ciento y más de su valor y ese factor de distorsión de la economía bolivarense tiene al pueblo pasando hambre”, denunció el parlamentario guayanés.
Mientras el pueblo del municipio Cedeño pasa hambre y muere de paludismo el gobernador impostor en vez de ir a solventar los problemas fue a Caicara del Orinoco a montar un show mediático como cuando la escasez de gasolina.
Así lo expresó el diputado por el estado Bolívar a la Asamblea Nacional por el estado Bolívar, Ángel Álvarez, al referirse a la situación de violencia surgida en la población de Caicara del Orinoco, capital del municipio Cedeño al oeste de esa entidad.
Un cóctel explosivo
Álvarez denunció que los sucesos de Caicara son producto de un “cóctel social y económico explosivo”.
“Previamente a la situación de violencia del pasado viernes, la población vivió y sigue viviendo una grave situación en materia de salud pública por la epidemia de paludismo que afecta a la población que ha tenido, incluso, que permanecer horas y días en el suelo aguardando por un tratamiento que nunca llega o es exiguo”, señaló en primer término.
“Paralelamente a eso, está el cada día más grave problema de la escasez y altos precios de los alimentos que está matando de hambre a nuestra gente en barrios y comunidades, que es un problema de todo el estado y el país, luego se añade la crisis de efectivo que agobia a todos los venezolanos, con excepción de los enchufados y la nueva oligarquía de ultraizquierda enquistada en todas las instancias de poder” enumeró el diputado a la AN por Heres y el oeste guayanés.
“Un pueblo como Caicara a quien le quitaron la plata para concluir la obra del tercer puente sobre el Orinoco y el derecho a explotar la minería, que le liquidan las pocas fuentes de empleos que tenía, que viene de sufrir el trauma con las elecciones de gobernador y alcalde y padece todo tipo de problemas como de agua, luz, gas doméstica, servicios públicos e inseguridad”, agregó el diputado Álvarez.
Afirmó que ciertamente no pueden si no condenar cualquier incidente que enfrente a pueblo contra pueblo “como el del comerciante que rechazó y supuestamente le lanzó en la cara los billetes de cien y cincuenta bolívares a una cliente, lo que enardeció al resto de compradores”.
No podemos avalar irresponsabilidades
“Pero no podemos aceptar ni avalar irresponsabilidades como la de quien alegremente, haciendo gala de su vocación policial represiva y que en mala hora detenta la gobernación del estado Bolívar, pretenda decir que la respuesta de toda una población al caos social y económico al que lo ha llevado las malas políticas económicas y monetarias del gobierno de Maduro y Noguera, sea el incidente entre un comerciante (cualquiera sea su nacionalidad) y una cliente por el problema del efectivo y trate de salvar la responsabilidad del gobierno por una medida sobre el dinero en efectivo que lo que está provocando es una caída brutal de la capacidad de compra y más confrontación y violencia entre venezolanos, en este caso entre comerciantes y consumidores”, siguió diciendo el diputado Ángel Álvarez.
Lo que debería preocupar a Noguera
“A Noguera lo que debería preocuparle es que en el estado Bolívar el pueblo tenga que comprar el efectivo como si se tratara de un kilo de queso, teniendo que pagar hasta el 200 por ciento y más de su valor y ese factor de distorsión de la economía bolivarense tiene al pueblo pasando hambre. Lo que, entre tantas cosas, desconoce Noguera es que en Caicara del Orinoco los ciudadanos compran un kilo de azúcar a 35 bolívares en efectivo y en punto de venta o transferencia bancaria les toca que pagar más de 120 bolívares por ese mismo kilo de azúcar, lo que confirma una vez más el carácter hambreador e inhumano de este gobierno”
-De forma pues – concluyó el diputado Ángel Álvarez – que haber ido (Noguera) con un séquito a Caicara y concluir en que la culpa de todo la tuvo un comerciante ecuatoriano no es más que un vulgar show mediático que busca tapar las penurias ocasionadas por el régimen de Maduro que fue quien lo puso donde está; y por eso los pobladores de Caicara dicen que su visita fue “más inútil que cenicero en moto”.
Vía LaPatilla.com