La muerte de Francisco ha marcado de manera inesperada el Jubileo, el gran evento católico convocado por el papa y que debía atraer a millones de peregrinos a Roma para conseguir la indulgencia plenaria. Ahora, muchos de ellos aprovechan la ocasión para despedirse del pontífice argentino.
El Año Santo, que se celebra cada 25 años, aunque Francisco ya había convocado un Jubileo extraordinario en 2016 dedicado a la Misericordia, fue inaugurado por el pontífice y, en un hecho inédito en la historia reciente de la Iglesia, será clausurado por su sucesor.El mismo día del fallecimiento, el Vaticano confirmó que las celebraciones jubilares continuarían sin interrupciones, así que mientras el cuerpo del papa era velado en la capilla de su residencia en Casa Santa Marta, los fieles seguían cruzando la Vía de la Conciliación para atravesar la Puerta Santa de la basílica de San Pedro.
Sin embargo, la Santa Sede anunció el cierre del recorrido especial habilitado para los peregrinos -un sendero vallado, adornado con macetas-, con el objetivo de unificar la fila de quienes desean cruzar la Puerta Santa con la de quienes buscan rendir homenaje al féretro del papa, expuesto desde este miércoles en el templo vaticano.
Los fieles podrán cruzarla hasta este viernes a las 19:00 hora local (17:00 GMT). Durante el fin de semana, la Puerta Santa permanecerá cerrada por la mañana: el sábado por el funeral del pontífice y el domingo por la misa dedicada al Jubileo de los Adolescentes. Reabrirá ambos días a partir de las 15:00 (13:00 GMT).
La de San Pedro fue la única de las cuatro puertas romanas que abrió Francisco personalmente. Lo hizo el 24 de diciembre para inaugurar el que fue su primer y último Jubileo ordinario.
Las otras tres puertas santas de Roma —ubicadas en las basílicas papales de Santa María la Mayor, San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros— siguen abiertas al peregrinaje, con la excepción de que la de Santa María la Mayor, que estará cerrada todo el sábado, pues que allí será enterrado el pontífice, por su expreso deseo, tras el funeral en San Pedro.
Multitudinaria afluencia de peregrinos y jóvenes
Desde principios de año, miles de peregrinos de todo el mundo habían comenzado a llegar a Roma para participar en el Jubileo. La muerte de Francisco ha multiplicado el número de fieles presentes, muchos de los cuales aprovecharon el viaje para despedirse del papa.
Este fin de semana estaba previsto uno de los grandes eventos del Año Santo, el jubileo de los Adolescentes y la canonización del joven italiano Carlo Acutis, el ‘santo milenial’, que finalmente fue suspendida porque este tipo de celebraciones no se pueden llevar a cabo durante el periodo de Sede Vacante, el tiempo que va desde la muerte de un papa hasta la elección de su sucesor.
Aun así, son muchos los jóvenes de todos los rincones del mundo que habían planeado su viaje a Roma para estas fechas, por lo que se espera que a medida que se acerque el fin de semana y el funeral del papa el sábado 26 de abril, la afluencia de personas siga creciendo.
Las autoridades prevén que 200.000 personas asistan al funeral, así como delegaciones de 170 países con mandatarios y jefes de Estado por lo que se ha desplegado un dispositivo de seguridad sin precedentes con más de 4.000 agentes, personal de Protección Civil y otros cuerpos de emergencia que vigilan los accesos a la Ciudad del Vaticano.