La estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), desde su nacionalización en 2007, se ha convertido en sinónimo de apagones recurrentes y prolongados a lo largo y ancho de Venezuela.Una constante en la justificación de estas fallas masivas ha sido la denuncia de supuestos “sabotajes orquestados por la oposición o agentes externos”, una narrativa que, hasta la fecha, no ha sido respaldada por pruebas fehacientes y que contrasta con la evidente falta de inversión y mantenimiento en la infraestructura eléctrica del país.
Desde la gestión de Hugo Chávez, cuando se consolidó la unificación de las empresas eléctricas regionales en Corpoelec bajo la promesa de un servicio más eficiente y robusto, la empresa ha transitado por una gestión marcada por la falta de transparencia y una inversión que no se tradujo en la modernización necesaria.
Y ni hablar de la gerencia del “hijo de Chávez”, Nicolás Maduro, en la que Venezuela se ha convertido en víctima de la empresa estatal con elevadas tarifas en el servicio y poco disfrute del mismo.
Loading...