“Una posible solución al contrabando venezolano es sincerar y racionalizar la economía, no cerrar las fronteras”, determinó el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, a través de su cuenta de twitter.
Luego de la decisión anunciada el viernes 5 por el presidente Nicolás Maduro en el primer Consejo de Ministros del año, las comunicaciones con Aruba, Curazao y Bonaire fueron cerradas por 72 horas, con el objetivo de combatir “mafias” de contrabando y “establecer una reestructuración y una defensa de los intereses económicos de Venezuela”.
En tal sentido, León observó que el contrabando “no es netamente limítrofe, sino que existen distintas vías de comunicación donde puede persistir. Puedes cerrar la frontera y pasará por la trocha. Cierras la trocha y pasa por el río. Cierras el río y pasa por la montaña. Cierras la montaña y alguien la pasará por la aduana”,
De esta manera ilustró los alcances de este flagelo que considera “amplifica” la delicada situación interna.
Otros expertos coinciden en que este tipo de medidas son “efectistas pero poco efectivas, porque ello no resuelve la escasez de bienes y servicios que viene registrándose en los anaqueles.
Estiman que tales decisiones “evidencian la intención de aislar la economía nacional y al país” de las relaciones que habían garantizado una relación armónica de Venezuela con el mundo.