La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, declaró este lunes que la amenaza yihadista en los próximos Juegos Olímpicos de París y en la actual Eurocopa en Alemania es «real».
«Los niveles de alerta son elevados. Los Estados miembros están reforzando la seguridad en torno a los Juegos Olímpicos y la Eurocopa. La amenaza es real», aseguró Johansson durante una conferencia para presentar el centro europeo de prevención de la radicalización.
Johansson expresó su especial preocupación por el Estado Islámico del Gran Jorasán (ISKP o ISIS-K), una rama del Estado Islámico con capacidad para llevar a cabo grandes ataques en el extranjero. Resaltó el creciente problema de la radicalización de jóvenes a través de internet, señalando que «los autores de actos violentos son cada vez más jóvenes».
«Debemos hacer lo que podamos para acabar con esto, debemos proteger a nuestros hijos y a nuestras sociedades», comentó.
Agregó que los sabotajes y la desestabilización vinculados a Rusia, ejecutados por terroristas yihadistas apoderados, continúan siendo una de las mayores amenazas, sin signos de disminuir tras los atentados del 7 de octubre y la guerra de Gaza.
«El peligro va en aumento», advirtió Johansson, subrayando la necesidad de intensificar los esfuerzos para contrarrestar la radicalización.
Por esta razón, la Comisión lanzó el centro de conocimiento sobre prevención de la radicalización. La iniciativa se basa en los éxitos de la red europea de sensibilización sobre la radicalización, con el fin de ayudar a los profesionales, los responsables políticos y los investigadores a trabajar juntos y apoyar a los Estados miembros con un enfoque más específico y adaptado.
El centro se centrará en la formación y la investigación, mejorando los conocimientos para construir estrategias y políticas con nuevas formas de colaboración y compartición de ideas. «El objetivo del centro es establecer relaciones, tender puentes entre países y derribar muros entre disciplinas», añadió.
Esta organización contará con la participación de académicos y responsables políticos, que estarán en contacto con profesionales, grupos de víctimas, policías locales, profesores, trabajadores sociales, familiares y comunitarios.
«Ellos son los primeros que ven cuando un niño se adentra en la resbaladiza pendiente hacia el terror. Unidos en el centro, conseguiremos que ese niño vuelva a ponerse en pie», concluyó Johansson.