Un tribunal guatemalteco condenó el miércoles a seis años de prisión por lavado de dinero al periodista José Rubén Zamora, reconocido nacional e internacionalmente por sus investigaciones sobre la corrupción y fuerte crítico del gobierno del presidente Alejandro Giammattei.
La condena se produjo luego de que varias organizaciones denunciaran una escalada de autoritarismo en el país que incluye la persecución a periodistas y funcionarios judiciales y la exclusión de candidatos que no son parte de las fuerzas políticas tradicionales.
“Soy inocente de los delitos. Yo sigo siendo inocente y él sigue siendo ladrón”, dijo Zamora al concluir la audiencia en referencia al presidente Giammattei.
El tribunal también lo condenó a pagar una multa de unos 38.000 dólares por afectar la economía nacional y la estabilidad del sistema financiero.
El Comité de Protección a Periodistas (CPJ), con sede en Estados Unidos, calificó de vergonzosa la condena a Zamora. Es “un claro testimonio de la erosión de la libertad de expresión en el país y los intentos desesperados del gobierno del presidente Alejandro Giammattei por criminalizar el periodismo”, sostuvo Carlos Martínez de la Serna, director de programas del CPJ, en un comunicado.
En tanto, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) -con sede en Miami- dijo que en Guatemala se realiza una “cacería de brujas a periodistas”.
En su última intervención antes de que se conociera la sentencia, Zamora pidió una sentencia absolutoria y que se ordenara su libertad. Reafirmó que era inocente y que se violentaron sus derechos, especialmente los de defensa y debido proceso, ya que conoció minutos antes de iniciar el juicio a su abogado defensor de oficio.
El periodista, de 66 años, fue juzgado sin que el tribunal permitiera que se presentaran pruebas a su favor. La fiscal Cinthia Monterroso había solicitado 20 años de prisión, la pena más alta para el delito de lavado, pero el tribunal concluyó que no se acreditaron agravantes. También lo había acusado de extorsión y tráfico de influencias, delitos que según los jueces no fueron probados durante el juicio.
Fuente: LA Times